El terremoto que sacudió Haití el 12 de enero de 2010 dejó el país, el más pobre de América, en un estado de devastación que obligó a muchos de sus ciudadanos a emigrar a la República Dominicana, sumándolos, así al importante número de haitianos que desde hace años trabajan la caña de azúcar en el país vecino. La mayoría de los que cruzaron la frontera tras el terremoto lo hicieron sin documentación y, por tanto, indefensos y desprovistos de derechos fundamentales como la sanidad y la educación. Algunos ni siquiera pudieron volver a su país, debido a su condición de apátridas.
En 2011 Justalegría comenzó a trabajar en su área de intervención –los bateyes, las plantaciones de caña de azúcar dominicanas- para proporcionar, con el apoyo del Consulado de Haití y el Ayuntamiento de Málaga, documentos a las mujeres cabeza de familia haitianas desplazadas a la zona, con el objetivo de paliar las consecuencias de esta catástrofe tanto para ellas como para sus hijos, posibilitándoles, con la regularización de su residencia en el país, el acceso a unos servicios básicos de los que antes carecían.
Este mes el Colegio de Abogados de Málaga se ha sumado a este proyecto mediante la firma de un convenio de colaboración con Justalegría, gracias al cual 200 mujeres haitianas podrán obtener su acta de nacimiento, su pasaporte y su cédula haitiana. Agradecemos desde aquí el apoyo y la confianza que han depositado en nosotros.

