Tren solidario a República Dominicana

María del Carmen, nueva socia de Justalegría quiere compartir con nosotros unos relatos que escribió sobre su viaje solidario, desde Utiel-Valencia.
Gracias María del Carmen por compartir con todos tu experiencia.

ESTACIÓN KM.0

En el mes de febrero de 2008, me inscribí para hacer “vacaciones solidarias”, es decir, mi mes de vacaciones en el Hospital donde trabajo de Enfermera, ir a un país, y ver cómo trabajan allí las personas de mi profesión.
En Mayo me comunicaban oficialmente que iría a República Dominicana en Agosto.

ESTACIÓN STO.DOMINGO: YA SE DIBUJA EL ESCENARIO

Aeropuerto en la capital de R. Dominicana. Calor sofocante, mucha humedad, y lluvia, ese iba a ser el tiempo durante todo el mes.
El día 2 de Agosto llegamos al lugar donde iba a ser nuestra residencia, una casa regida por monjas, lugar espacioso y bien cuidado, escaso de agua y electricidad, como en todo el pueblo. Era un hogar para niñas huérfanas y otro para ancianos sin familia y desprotegidos.

María del Carmen, con Claribel y Karina compañeras del Hogar Mundo Feliz.
ESTACIÓN HOSPITAL: ENORMES SERVICIOS CON POCOS MEDIOS

Cuatro enfermeras españolas, en el Hospital de Sabana Grande de Boyá, presentándose al personal que estaría con nosotras. No había que caminar mucho para ver la carencia de medios con los que trabajan.

Por la mañana, lavarse las manos era una odisea. Al lado de una diminuta pila, se ponía una garrafita de 5 l.de agua, ½ pastilla de jabón y un trapo de cocina colgado de una barra del techo para secarse. Todo eso hasta que durara el agua.

ESTACIÓN BATEYES: DONDE MEJOR SE VE LO PEOR QUE SE PUEDE VER

 

Maria del Carmen acompañada de Sor María Altagracia Directora
del Hogar Mundo Feliz visitando los bateyes de Sabana Grande.
Los bateyes son lugares donde se malvive y se comparte todo con la miseria más acentuada, están en el olvido más absoluto
Allí solo reciben las ayudas de las ONG y de las monjas que les dan vestido, algo de dinero y alimentos, ya les llega agua, no potable.

ESTACIÓN TODO INCLUIDO: UN PARAISO DESNATURALIZADO
El “tren de mi ilusión” iba a llegar pronto a su estación término. Todavía quedaba esa semana de vacaciones que nos pagaron en un Complejo Hotelero de Todo Incluido. Parecía estar en otro mundo. En unas horas, había pasado de la escasez a tener de todo.

ESTACIÓN TÉRMINO: ESTUPOR Y LÁGRIMAS
Y llegó “la última estación”. Otra vez en el Aeropuerto de Barajas
. Las lágrimas ya hicieron acto de presencia, cuántas emociones aprisionadas en esos trozos de corazón que se fueron quedando “en las estaciones” donde llegaba mi tren de la ilusión.
Sólo espero ir recomponiéndolo y pensar que en este mes he crecido como persona y lo vivido es una experiencia que no se puede olvidar, no puedes borrarla y que cambia, aunque sea un poco, tu vida.

Utiel, Valencia
Gracias María del Carmen por compartir con todos tu experiencia….