“Las necesidades empiezan desde la Educación, Salud, Vivienda, Trabajo, diversidad de Trabajo… Que la gente tenga un espacio donde nacer. Para mi esas son necesidades fundamentales”.
Hermana Idalina Bordignon
Estaba en Santo Domingo y no podía pegar ojo. La imagen de los cuatro chiquillos que encontramos la mañana anterior no hacía más que presentarse. Se estaban divirtiendo con una bomba de agua. Reunían sus fuerzas y agarraban la palanca. Segundos después, llegaba el agua: un chorro esperado que reflectaba la luz del sol en nuestras miradas y en la sonrisa de los niños.
La calidad de la Educación en República Dominicana es de las peores que puede encontrarse en América Latina. Nada más llegar a Justalegría me vi dentro de un proyecto prometedor: Justa Educación. El trabajo previo fue inmenso. Recuerdo largas conversaciones con Gigi sobre las necesidades de las escuelas en Tamayo. Desde Málaga, diseñamos talleres y debates. Estuvimos trabajando con los docentes y fui consciente de la deficiente educación… Los maestros apenas sabían escribir sus nombres. Otros, no habían recibido un curso de reciclaje en veinte años. Además los centros apenas tenían tres horas lectivas.